Mi Viaje por Iquitos

Del 12 al 16 de Octubre me fui de viaje a la ciudad de Iquitos – Perú.

Fue una experiencia muy agradable y bonita, de golpe lo que primero sientes es el calor intenso que se siente y con el cual te chocas ni bien bajas del avión, la temperatura en Iquitos era de 28° C la noche en que llegué (y eso que era invierno), en verano puede llegar fácilmente a los 45° C.

El primer día temprano me fui a Quistococha, el zoo de la ciudad, la cercanía con los animales era asombrosa, podías hasta tocarlos, aquí ví muchos animales que son difíciles de visualizar en la Selva por lo inmensa de esta, como son las Anacondas, Cocodrilos, Tapirs, Jaguares entre otros. Seguí caminando por Quistococha y vi un letrero que decía “Playa” … playa?? Pensé, no estábamos cerca al mar, así que supuse que era un rio o algo parecido, decidí acercarme a verlo, se trataba de un hermoso lago de arena blanca al cual rodeaba la vegetación, solo había que tener cuidado con las pirañas jeje.

Al día siguiente salí muy temprano para navegar por el rio Amazonas con dirección hacia la Selva, luego de 2 horas navegando nos bajamos para caminar una media hora ingresando cada vez más en la Selva.

En la tarde luego del respectivo almuerzo salimos a hacer una caminata en la cual pude ver muchos otros animales en su hábitat natural como son: vampiros, iguanas, aves, monos, roedores, arañas y más arañas y las hormigas, estas eran del porte mas o menos de la mitad de mis dedos y hasta un poco más grandes, las mariposas tampoco se quedaban atrás, eran muy grandes y de vistosos colores y formas, por donde caminabas habían animales e insectos, era muy emocionante y el paisaje cargado de diferentes matices de verde.

En la noche de ese mismo día salimos a hacer una caminata nocturna, ahí pude apreciar a diferentes reptiles y batráceos, insectos de mayor tamaño como las tarántulas y muchos otros netamente nocturnos, el sonido de los grillos y demás era envolvente, la oscuridad negra totalmente.

En mi segundo día dentro de la Selva salimos muy temprano a ver toda clase de aves, luego nos fuimos en busca de los osos perezosos los cuales son muy difíciles de ver ya que paran en lo alto de los árboles casi inmóviles, afortunadamente pudimos ver a 3 ejemplares, pero la verdad es un poco difícil apreciarlos pues estos casi ni se mueven, afortunadamente uno de ellos si lo hizo permitiéndonos verlo en toda su magnitud.

Un par de horas más tarde nos fuimos hacia un lago a pescar pirañas, no es muy difícil atraparlas. En ese lago también vimos las Victoria Regia, las cuales son unas plantas acuáticas con unas hojas muy grandes llenas de espinas que flotan en el lago. De pronto se escuchó una explosión, eran los truenos que nos advertían que se venía la lluvia, la cual nos terminó empapando en cuestión de segundos, pero luego de parada la lluvia, el sol se encarga de secarte muy rápidamente.

Luego de agotadores días caminando y aventurándome en la Selva, regrese a la ciudad.

La vida nocturna en la ciudad es agradable y alegre, su gente es muy cálida y gentil, por las calles solo circulan motos, mototaxis y uno que otro ómnibus los cuales carecen de ventanas, ya se imaginarán porqué. Los tragos son exóticos como los famosos 7 Raices y RC los cuales la mayoría son afrodisíacos y entre la comida típica se encuentra el Chicharrón de Lagarto (muy bueno por cierto), Pirañas Fritas, los juanes, el Tacacho con Cecina, entre muchas otras comidas.

En fin un viaje muy agradable y hartamente recomendable, una maravillosa ciudad de entre tantas que tiene el Perú.