Un niño de entre tres y cuatro años fue depositado en el primer día de funcionamiento del "buzón-incubadora" puesto en marcha por un hospital japonés para recoger a bebés abandonados.No obstante, el buzón-incubadora, llamado "konotori no yurikago" (en japonés "la cuna de la cigüeña"), está preparado para que los padres abandonen anónimamente a recién nacidos y no a niños de corta edad.
La policía de Kumamoto está investigando si se trata de un caso ilegal de abandono por parte de su padre aunque las especiales características de ese buzón plantean dudas legales y lo probable es que el niño sea llevado a un orfanato, de acuerdo con Kyodo.
El Gobierno japonés se encuentra entre los críticos de este sistema para recoger a niños abandonados, que el hospital católico defiende como una manera de salvar vidas. Cabe mencionar que ya en varios países de Europa existe algo similar a este buzón incubadora.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, cree que sería preferible que el Gobierno o las autoridades locales se viesen más involucradas cuando los padres tomen la decisión de abandonar a sus hijos de forma anónima.
En principio los padres que dejen allí a sus hijos no serán llevados ante la justicia, no obstante, la policía local ha advertido que podría ocurrir si se demuestra que los niños sufrieron malos tratos o están muy debilitados.
Los empleados del centro médico son avisados por una alarma de la llegada de un nuevo niño al buzón, de 45 por 60 centímetros, y lo previsto es que pase unos días en el hospital antes de ser dado en adopción o enviado a un orfanato.
No obstante, sus padres tienen la posibilidad de recuperarlo porque en el buzón-incubadora hay una carta que explica cómo contactar con el hospital si cambian de parecer.
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